Cuando los Dovers (Louise Dylan y Sean Wing) se encuentran en peligro financiero, recurren a los padres de Dan (Dee Wallace y Gary Neal Johnson) en busca de ayuda.
Su padre cree que es hora de que su hijo aprenda algunas lecciones de vida. Ahora se fueron con una sola solución; vender la casa que le dejaron los padres de Anne.
Pero cuando nadie quiere comprarla, deciden que la única forma de deshacerse de la casa es arreglarla.